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Algunos pacientes tienen tal fobia al dentista que no lo han visitado en años, y no es cosa de niños. Los motivos son principalmente pánico a las agujas, miedo a que el tratamiento duela o rechazo a los sonidos y olores de la clínica dental. Athenadental cuenta con diversos equipos dentales para los laboratorios, tales como Máquina de formación de vacío , Máquina pulidora, Amalgamator dental, Mezclador dental, Máquina de soldadura, etc.

Muchas veces estos temores se deben a una experiencia desagradable, habitualmente durante la infancia. Si la gente de nuestro entorno ha tenido malas experiencias también podemos estar sugestionados. Para algunas personas, es un miedo irracional, como lo puede ser el terror que algunos tienen a ciertos animales, miedo a volar, etc.

A continuación te daremos unos consejos para ayudar a vencer la ansiedad y el temor que puede provocar la visita al dentista.

1. Encuentra un dentista paciente

   Puedes hablar con tus amigos para que te recomienden sus dentistas o buscar un profesional que se especialice en pacientes con ansiedad.

2. Conozca el consultorio antes del primer turno

   Antes de su primera cita, visita el consultorio, conoce al recepcionista y al dentista. Informales de tu ansiedad o fobia para que lo tengan en cuenta y estén informados antes de tu cita.

3. Vaya al dentista temprano en la mañana

   Así tendrás menos tiempo para pensar en tu fobia y no acumularas ansiedad durante el día.

4. No llegues temprano al turno

   Trata de llegar en punto para no tener que esperar. En la sala de espera puedes sentirte más ansioso ante los sonidos y olores. Conocer más sobre equipo de laboratorio dental

5. Lleva tu propia música

   No olvides tus auriculares y tu música favorita para relajarte mientras el dentista hace su trabajo.

6. Planea una primera cita "suave"

   No te metas de buenas a primeras en empastes, endodoncias y anestesias. La primera visita puede ser una revisión o una limpieza, y puedes aprovecharla como una manera de conocer un poco más a tu dentista en una visita totalmente libre de ansiedad. Cuando te sientas más cómodo puedes proceder a hacer tratamientos más complicados.

7. Finalmente, si tienes una fobia grave, explora la posibilidad de sedación

   Si ir al dentista te genera una ansiedad extrema puedes explorar la posibilidad de sedación. Finalmente si la fobia es grave y el paciente lo desea, también existe la sedación intravenosa durante el tratamiento, a través de la mano o el brazo. La anestesia no tiene por qué ponerte a dormir, puedes permanecer despierto y hablar con el dentista, pero te relajarán tan profundamente que probablemente no recuerdes bien qué ocurrió.

Durante las revisiones rutinarias preventivas, puedes establecer una relación de confianza con el Equipo de la Clínica, para que si un día tienes un problema de salud oral, puedas afrontarlo sin temor.

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